martes, 16 de febrero de 2010

SE. Jornada 11


Quiero poner mis manos entre las tuyas, que las agarres fuerte y les des calor.
Porque las tengo heladas, llenas de llagas y heridas, por el frío y el viento.
Quiero hundir mi cabeza junto a tu hombro y cerrar los ojos, porque el viento me despeina y de todas maneras no puedo verte, así que por lo menos puedo sentir tu olor y escuchar tu respiración.
El ruido de todo lo que hay alrededor me esta volviendo loca, y hace que te sienta muy distante, muy lejos de aquí...

Podríamos saltar, saltar, saltar... y romper la placa de hielo que hay bajo nuestros pies.
Caeríamos juntos en el agua, y sería un placer.
Dicen que el agua conserva su temperatura en invierno bajo el hielo... y por lo menos estaríamos calentitos...
Más calentitos que aquí en el exterior, más calentitos que en nuestras noches juntos bajo las sábanas...

Quiero dejar de tiritar, y que vuelva el calor. Que vuelva la locura con él, la fuerza y la vitalidad. Las sonrisas y la eterna felicidad.
Quiero no tener que usar la ropa, poder pasear descalza, reír, no quiero parar de reír y de volver a sudar contigo.

Pero ahora estamos en medio de la ventisca, con los copos de nieve atizándonos el rostro.
Me dejaré aquí contigo, y yo, mientras, iré a pasear por las calles cubiertas de blanco con mis gafas de sol, con la nariz helada y expulsando vaho por la boca...

No tardaré mucho, cuídame bien, que los dos me tenemos mucho aprecio.

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