jueves, 30 de abril de 2009

Noches de Bohemia



Puedo seguir recordando mi noche de bohemia. Tantas veces como quiera, tantos detalles como hayan: un pozo oscuro y el corazón en un puño, miel en los labios, chorreando de pecado.

Mis ojos profundos forman un extraño ángulo con mi nariz, mis labios los sostienen, y juntos, forman el rostro que dibuja una trayectoria, desconocida para todo el mundo. Tiene su punto fijo junto a un sol helado, recuerdos, deseos, en un lugar lejano.

Quizá la noche no sea ya bohemia, pero lo fue, y regresa cada noche en forma de locura.
Mi cuerpo desaparece, se esfuma, y solo queda la espuma de un mar silencioso, una playa bajo la luz de las estrellas.
Suelo caminar, descalza sobre la arena,mientras la suave brisa me estremece entera.
Tu brisa me estremece entera.

Un músico deja de tocar y levanta la mirada para verme pasar.
"Sigue tocando esa guitarra con curvas de mujer y haz que borten de ella las canciones de su vida, tu vida, mi vida. Toca a esta mujer, que vibre como una guitarra, que te haga ser su melodía, tu melodía, la melodía."

Ya ha pasado otra noche de bohemia, pero la playa ya no existe, la musica no se vuelve a oir.

Podría olvidarlo todo, la noche sin luna, y el amanecer de locura, pero esa música se me ha quedado grabada y es tan hermosa que no merece ser olvidada.

Sólo me queda caer en la demencia de más noches no bohemias y de sueños en la arena.
"Rodea mi cintura con tu brazo, deja que se mezclen nuestros pasos. Mañana el sol quizá descubra su estela, o quizá el agua los borre con la marea."

Ahora sueña con tu noche de bohemia.

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