domingo, 25 de noviembre de 2007

Aissssss

k dolorrrr

k dolor de espalda, de piernas, de pies, de cabeza, de ovarios, de estomago, que dolor de hombros, de cervicales, me duelen hasta las uñas de los pies...

pobre Lissette...

jueves, 1 de noviembre de 2007

La buena educación II


- ¿Y qué proyectos eran los tuyos en esta venida?


- Consolarla, jurarla de nuevo un eterno amor, verle a usted, echarme a sus pies, referirle todo lo ocurrido, y pedirle, no riquezas, ni herencias, ni protecciones, ni... eso no... Sólo su consentimiento, y su bendición para verificar un enlace tan suspirado, en que ella y yo fundábamos toda nuestra felicidad.


- Pues ya ves, Carlos, que es tiempo de pensar muy de otra manera.


- Sí, señor.


- Si tú la quieres, yo la quiero también. Su madre y toda su familia aplauden este casamiento. Ella..., y sean las que fueren las promesas que a ti te hizo..., ella misma, no ha media hora, me ha dicho que está pronta a obedecer a su madre y darme la mano, así que...


- Pero no el corazón.


- ¿Qué dices?


- No, eso no... Sería ofenderla... Usted celebrará sus bodas cuando guste; ella se portará siempre como conviene a su honestidad y a su virtud; pero yo he sido el primero, el único objeto de su cariño, lo soy y lo seré... Usted se llamará su marido; pero si alguna o muchas veces la sorprende, y ve sus ojos hermosos inundados en lágrimas, por mí las vierte... No la pregunte usted jamás el motivo de sus melancolías... Yo, yo seré la causa... Los suspiros, que en vano procurará reprimir, serán finezas dirigidas a un amigo ausente.




El si de las niñas