jueves, 23 de julio de 2009

Una rosa es un rosario

Percibí el estridente perfume que exhalaban los jardines a mi derecha e izquierda.
La fragancia de las maravillosas violáceas, una flor rampante que prolifera como la mala hierba, pero infinitamente dulce, un olor dulzón que siempre acompaña al diablo, según se cree.
Los lirios silvestres irguiéndose afilados como cuchillos del lodo negro, sus pétalos profundos y monstruosamente grandes batiendo sobre viejos muros y escalones de hormigón.

Y por supuesto, multitud de rosas.
Rosas de mujeres ancianas y jóvenes.
Rosas demasiado íntegras para la noche tropical.
Rosas recubiertas de veneno.

1 comentario:

Paula y Manuel dijo...

Buenas... muy buen blog! Felicitaciones!!!

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Damos de comer a los jóvenes que viven en la calle y el premio redundaría en beneficio de ellos.
Gracias por tu valioso tiempo!!!

Paula y Manuel
www.elmacarronsolidario.blogspot.com