viernes, 5 de junio de 2009

Historias para no vivir I: Visita al Doctor

Tengo revisión en el Hospital San Pedro.

Bajo a la parada de autobús que hay debajo de mi casa.

El autobús suele pasar cada 15 minutos, por lo tanto, debería pasar a las 11:48. Pues llego justo a las 11:49.


La parada desierta.


Me siento y espero 15 minutos bajo el resolillo del mediodía, sofocante, y sin gafas de sol.


Pasa el autobús, son las 12:03 y tengo que estar en 27 minutos en la consulta, que se encuentra en el lado totalmente opuesto de la ciudad. Para colmo, en cada una de las más de 15 paradas que hay en el trayecto, suben miles de viejecitos, que como yo, van a hacerse la revisión.


Son las 12:27, el autobús entra en Cascajos.


Las 12:35, primera parada en la Estrella, todo el mundo baja.

No lo entiendo, la siguiente parada está más cerca, pero siempre se bajan en esta…


Las 12:43, entro en el hospital, antes que todos los viejos compañeros de viaje. Veo a otra vieja centenaria en silla de ruedas, que empieza a chillar como una poseída. Me da miedo, me veo en su lugar, argg…


Voy prácticamente corriendo por los pasillos, y llego a mi sala de espera. Son las 12:44. Me siento, y todos me miran como si no tuviera que estar allí.


Aparece Mariví. Siento un enorme alivio. Por una vez en mi vida estoy deseando entrar en esa consulta, pese al estúpido-hombre-doctor-con-cara-de-amargado-inexpresivo-que-parece-que-le-doy-asco, que suele estar sentado en el interior.


Cuál es mi sorpresa, cuando al entrar veo tras el escritorio a una mujer rubia, joven, y sonriente.


Eso es ya para morirse, las cosas no pueden ir mejor. Me recuerda a la especialista que tuve antes que al hombre ese, tan maja, y tan embarazada…


-“Bueno nena, vamos a ver que tal lo llevas


Me mira, y después de un par de pruebas y preguntas, empieza a escribir en el dichoso papel.


¡Qué mujer tan segura de sí misma, ella será quien ponga fin a estos largos años de tratamientos y sufrimiento!


-“A ver cariño, has tomado ya pastillas anteriormente ¿verdad?”


¿Eso es una pregunta? ¿Tú eres médico? Emmm, tienes delante mi historial…

Esta mujer empieza a perder puntos.

Contesto:


-“

-“¿Y qué tal fue?”

-“La primera vez bien, después ya no”.

Sí, no tan bien gracias a la incompetencia de ese médico, al que ya me he referido anteriormente, que piensa que todo se cura con contestaciones y diciendo que son cosas de la edad, que me lo invento todo… (Esto último lo pienso, pero no lo digo)


-“Bueno, pues vamos a probar ahora con otras, a ver que tal te van

Genial, existe todavía algo que no haya probado!! NO ME LO PUEDO NI DE CREEEER.


-“De estas tómate sólo una al día. Te mando también esto para por las noches, si ves que no lo toleras déjalo unos días o me avisas, algunos pacientes han tenido problemas, es bastante fuerte

-“Vale”.

Tranquila, me gustan las experiencias fuertes… Siempre me dicen lo mismo, y no se porqué seré una de esas pacientes a las que no les hace nada nunca efecto…


-“Bueno que, ya me han dicho que al año que viene te vas


Definitivamente, prefiero a esta médico, pero con la boca cerrada.

2 comentarios:

Poesía de tu voz dijo...

me siento identificada cn esta entrada tuya. lo 1º decirte que el amor es el poder mas grande el sentimiento mas bonito pero tambien el que mas duele. no te hace falta darte cuenta xq lo sabes, necesitas poder hacer lo que en realidad no quieres. xk sin ello tu vida no tiene sentido. pero cuando as estado en la postura mas vulnerable y lo as dado todo, cuando as sido una kamikaze y te as desangrado x ello q mas queda? merece la pena romperse x alguien q no puede siquiera a imaginar lo q tu sientes. si crees k si luxa x ello, si crees k no se q lo seguiras haciendo. la pregunta de fuego es. para ahorrarte un eterno sufrimiento xq no le dices q te mire alos ojos y te diga que ya no te quiere xk cuando lo haga podras irte pue sya no tendras mas x lo k luxar y vlveras a ser libre.

suerte.
pd: las pastillas solo te atontan...

Anónimo dijo...

¿Qué es lo que te han recetado?