martes, 12 de mayo de 2009

Caricias

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Es un lenguaje natural singularmente expresivo, directo y claro cuyo significante es el tacto y cuyo significado es un sentimiento amoroso; el vehículo es la piel.


Constituye la forma más primitiva y el instrumento más eficaz que poseemos todos los seres animados para transmitir nuestros sentimientos auténticos de amor, afecto, ternura y simpatía. Todos los animales, por muy ariscos que sean, lo emplean entre ellos e, incluso, con los seres humanos.


El contacto corporal, piel a piel, es una vía de comunicación humana indispensable, no sólo para la maduración espiritual sino también para el desarrollo corporal. La caricia, además de ser una forma de comunicación primaria, es necesaria para lograr el bienestar de la persona y para experimentar un elemental sentimiento de seguridad; es también un estímulo indispensable para alcanzar el adecuado desarrollo físico y el equilibrio psíquico de todo ser humano. Este contacto corporal es una necesidad tan vital para la supervivencia como lo es el oxígeno.


La caricia, la fiesta de la piel y del cariño, sólo es verdadera y gratificante cuando no nace en los dedos, ni en la mano, ni en la boca, sino en el rincón más recóndito del alma. Sólo deberíamos llamar caricia al contacto que, expresando respeto, cariño y gratitud, es recibido y aceptado como regalo placentero.

El contacto físico impuesto pierde su sentido de comunicación y se convierte en una grosera agresión que, en vez de bienestar nos produce miedo, vergüenza y dolor.

1 comentario:

Lirio Blanco dijo...

¡¡Hola!! Muy interesante tu blog. Pues hace tiempo leí en un artículo que las personas que reciben una media de 5 abrazos al día viven más y son más felices, y que los niños pequeños necesitan contacto humano para sobrevivir.
:D

¡Saludos!